La forma de transportarse del ser humano ha sido siempre objeto de estudio. Desde el “boom” de las hipótesis y predicciones de autos voladores de hace más de 100 años con el Paleofuturo, analizando e imaginando tecnologías superadoras, hasta la actualidad con muchos avances rupturistas que son una realidad.
Lo cierto es que ya entrando al 2023, estamos muy cercanos a formas innovadoras y conceptos de nuevos vehículos, donde la conectividad es la vedette, sobre todo poniendo el foco en evitar accidentes viales, minimizar riesgos y elevar la experiencia de manejo, con el uso de los datos para ayudarnos a alcanzar una optimización al respecto.
Andrew Rose es presidente de OnStar Insurance y vicepresidente ejecutivo de GM Financial y en conversación con la consultora McKinsey & Company explicó que el análisis de datos telemáticos ha pasado a ser crucial para esta industria, genera un nuevo paradigma y marca una nueva era en los seguros de automóviles.
El ejecutivo dirige el equipo de seguros OnStar de General Motors, donde buscan que su oferta de seguros sea «más personalizada, segura, fácil de usar y justa», según destacó.
En ese sentido, adelantó que el estudio sobre un siniestro vial será integral, no solo observando qué fue lo que ocurrió de manera generalizada, sino que tendrá una mirada más minuciosa en el seguimiento en tiempo real de la conducción para evaluar precisiones. Eso invitará a crear un posible sistema de premiación a los buenos conductores y brindar capacitaciones puntuales e información específica a aquellos que lo necesiten, generando un nuevo escenario con renovadas reglas del juego para las aseguradoras.
A su vez, esto permitirá ahondar en mayores detalles a la hora de un siniestro: ver cuándo y cómo ocurre el accidente, su ángulo, conocer la gravedad, los componentes de desaceleración, posibles fallas de componentes y autopartes, cómo estaban sentadas las personas transportadas y quién podría resultar el más perjudicado. Todos datos que, sin dudas, ayudarán a priorizar los operativos de los socorristas, por un lado, y a fabricar autos cada vez más seguros, con foco en la seguridad vial, lo que a su vez debería redundar en menos accidentes, menores pagos de siniestros y seguros más económicos y personalizados.
La mayoría de esos avances existen actualmente en un pequeño subconjunto de vehículos. La fecha promedio de fabricación de un vehículo en circulación hoy en día es 2011, lo que significa que se avecina mucha tecnología. A medida que esos vehículos llevan esa tecnología a las calles, las aseguradoras pueden usar los datos. Por ahora es una pequeña fracción de los vehículos en las rutas, pero el futuro será transformador”, detalló Rose.
En este sentido, el ejecutivo subrayó que la injerencia de los datos para suscribir el riesgo es cada vez más relevante, y que las marcas seguirán siendo importantes, remarcando que entrelazar estrechamente los ecosistemas de automóviles y el seguro automotor podría ser la parte más notable del futuro. “Nuestro objetivo es llegar a cero accidentes, y en ese sentido creemos que los seguros integrados y embebidos son el futuro”, vaticinó. Vale destacar que la visión de GM no solo es apuntar a cero accidentes, sino además a cero emisiones y cero congestión.
En tanto, el presidente de OnStar Insurance remarcó que las empresas que usan y acceden a los datos, los convertirán en una gran ventaja estratégica y que esa será la jugada del ganador. A su juicio, no hay que confiarse en que lo que siempre ha funcionado, seguirá funcionando.
Quizás lo sea para vehículos más antiguos, pero -enfatizó- “los autos modernos requieren un seguro moderno”. Para ello, es central adoptar las nuevas tecnologías.
La suscripción tradicional para vehículos más viejos aún puede funcionar, si bien hoy existe la oportunidad de utilizar la telemática también para beneficiar a los vehículos más antiguos. Pero los vehículos del futuro, sin dudas, requerirán de nuevas coberturas, de seguros del futuro”, concluyó.