Brasil es estratégico para el mercado asegurador por dos razones: es un país gigante con una cultura aseguradora que aún no está del todo consolidada, ligada a la demanda de grandes inversiones y proyectos sectoriales que demandarán un universo asegurador cada vez más amplio. Dada una agenda de atractivas oportunidades de crecimiento a largo plazo, destacados jugadores extranjeros continúan mostrando interés en ingresar o expandir sus negocios aquí.
En el sector Minero vemos un movimiento similar. Esta industria siempre se ha destacado como una de las mayores demandantes de seguros de gran riesgo y se espera que aumente por varias razones. Se han realizado grandes inversiones con el objetivo de eliminar el uso de represas de relaves, además de contratar proyectos que refuercen la seguridad de las estructuras existentes. La agenda ESG también ha dado lugar a una serie de iniciativas que exigen proyectos para modernizar las operaciones de las empresas mineras, además de intensificar la búsqueda de minerales necesarios para la transición energética.
Todas estas inversiones deben estar cubiertas por un seguro, que es una garantía para los inversores de que si ocurre un accidente, no habrá pérdidas financieras.
Tanto la Minería como los Seguros son importantes para el desarrollo económico y social del país. El primero contribuye directamente en diferentes frentes, sustentando el crecimiento industrial y la creación de empleo. El segundo, cumpliendo una función social, asegura que en caso de siniestros, la empresa pueda retomar sus operaciones en el menor tiempo posible, preservando los empleos directos e indirectos, los ingresos de los proveedores y su permanencia en el mercado.
Otro punto importante a destacar cuando se trata de seguros para empresas mineras es el desafío de obtener capacidad de reaseguro, especialmente después de eventos que involucran fallas en represas. Por otro lado, el punto positivo es que en el análisis y suscripción de riesgos se tiene cada vez más en cuenta el trípode ESG -de medioambiente, responsabilidad social y gobierno corporativo-, que ahora tiene transparencia y responsabilidad con las inversiones de las empresas y las metas de resultados. Ante este escenario, fundamental para la atracción de inversores y la contratación de inversiones financieras, las empresas están más atentas a los imprevistos en sus operaciones y son plenamente conscientes de la importancia del seguro y reaseguro para garantizar y proteger el capital invertido.
Al diseñar nuevas inversiones, las empresas mineras buscan oportunidades que estén alineadas con los objetivos y prioridades de las comunidades locales, respetando sus culturas y tradiciones, estableciendo un diálogo sustentado en el respeto y la transparencia.
Vivimos la construcción de una nueva matriz productiva más verde y adecuada a los nuevos tiempos. Las prácticas ESG arrojan luz sobre la gestión no solo del entorno operativo de las empresas, sino también de los desafíos sociales y regulatorios. También destaco los esfuerzos para la transición a una economía baja en carbono y la ampliación de la matriz energética a partir de fuentes renovables en diversos sectores de la economía, preocupación frente al cambio climático que también forma parte de la agenda Minera.
En un nivel práctico, estos modelos operativos deberían facilitar la visibilidad, la responsabilidad y la colaboración entre departamentos, junto con una estructura de gobierno clara, brindando una realidad más sostenible a la industria cuando cuentan con el apoyo de los seguros.
En este contexto, el reaseguro también juega un papel fundamental en la expansión y mantenimiento de un mercado asegurador económicamente saludable y un segmento mineral más sostenible.
Después de todo, sin la protección de los seguros y reaseguros, las grandes inversiones y las grandes operaciones se vuelven mucho más riesgosas. Dentro del análisis de riesgo, donde las aseguradoras han invertido en profesionales competentes y con un alto grado de conocimiento, es posible crear condiciones encaminadas a minimizar los impactos en operaciones esenciales para el crecimiento y desarrollo económico y social.
Es en esta dirección, dada la necesidad de grandes proyectos de infraestructura y ciberseguridad, que las aseguradoras y reaseguradoras orientan ahora sus inversiones. El servicio personalizado y los profesionales especializados, capaces de entender tales demandas, serán cada vez más valorados y encontrarán un mercado robusto y en crecimiento.