La industria del reaseguro se encuentra frente a un dilema, entre el hecho de que la mitad de las principales compañías de este ramo tienen disposición a ampliar su apetito por el riesgo de catástrofe y el diálogo generalizado del sector que se dedica a establecer universalmente los límites del límite del riesgo al mismo tiempo que reduce la volatilidad para ofrecer calma a los inversionistas.
De esta forma es analizada la situación en un artículo de opinión publicado por Insurance Insider y escrito por la periodista Fiona Robertson. La razón de esta diferencia puede radicar potencialmente en el discurso sobre la volatilidad, que se ha estigmatizado hasta perder sentido financiero real o ha supuesto que las reaseguradoras no quieren asumir riesgos tan altos, cuando esto no es algo generalizado.
“Las reaseguradoras pueden tratar de minimizar la volatilidad sin dejar de asumir riesgos volátiles”, cita la publicación.
Y es que, de acuerdo con un informe de S&P, dados los desafíos en el mercado de reaseguros, se espera que este tipo de compañías continúen remodelando sus carteras de suscripción, “reduciendo la volatilidad de las ganancias al diversificarse aún más en líneas menos volátiles y negocios de seguros primarios”.
Ante ello, el medio especializado cuestiona si la problemática financiera de crecimiento que enfrentan las reaseguradoras se centra en la ejecución y no en la estrategia.
Según el artículo, la industria ha reconocido en gran medida sus problemas de ejecución en el mercado de riesgos catastróficos en los últimos años, admitiendo que los riesgos secundarios eran más problemáticos de lo que se tenía previsto.
No obstante, otro informe de S&P que recogió el apetito por catástrofes de las 21 principales aseguradoras mundiales reveló que hay un fuerte interés por el crecimiento del riesgo catastrófico.
En este sentido, y atendiendo tanto a la estrategia como a la ejecución, el empleo de la palabra volatilidad se ha confundido por el de diversificación, que debería ayudar a reducir la primera.
Del mismo modo, a veces se usa la palabra volatilidad cuando lo que realmente se está discutiendo es la diversificación, lo que debería ayudar a reducirla.
Esta tendencia de rechazo a la volatilidad apunta a un auge de los ILS, o valores vinculados a seguros, pero el mercado no cuenta con el sustento para cumplir con esta predicción, advierte el medio especializado.