(RÍO DE JANEIRO) ENVIADOS ESPECIALES.- América Latina es un exportador neto de alimentos para el mundo. Por ello, el seguro agrícola cada vez toma mayor relevancia en nuestras región debido a los eventos meteorológicos que nos acechan y que generan pérdidas económicas millonarias.
Rodrigo Belloube, Chief Underwriting Officer de Munich Re analizó, en la 38° Conferencia Hemisférica de Seguros, organizada por la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (FIDES) y realizada en Río de Janeiro, Brasil, cómo las industrias aseguradora y reaseguradora juegan un papel determinante en la actividad agrícola y sobre la consolidación de la cobertura que brinda protección a la gran diversidad de cultivos.
Para entrar en contexto, según datos del Banco Mundial, América Latina y El Caribe representaron, en 2020, el 16 % de la producción de alimentos, aumentando dos puntos porcentuales respecto a la última medición.
Por si fuera poco, mantiene el liderazgo en algunos cultivos como la soja, café, caña de azúcar y quinua. Además, concentra alrededor de 15 millones de propiedades rurales.
La continuidad de esta expansión enfrenta desafíos que van desde crecer sin generar pérdidas ambientales, mantener créditos y seguros rurales subvencionados (a pesar de la presión fiscal ejercida sobre los países latinoamericanos), superar los obstáculos logísticos y de infraestructura, convivir con la volatilidad de precios o gaps de oferta de insumos agrícolas y fertilizantes debido a tensiones geopolíticas, mejorar la gestión de riesgos con un nuevo arsenal tecnológico; y lo más importante: adoptar programas de seguros más sólidos en la región, ampliando el alcance de las coberturas”, explicó Belloube.
El ejecutivo de Munich Re mencionó algunos ejemplos recientes de catástrofes como la actual sequía en el sureste de Estados Unidos, considerada la más severa en 1,200 años o la sequía que afectó a Rio Grande do Sul entre 2021 y 2022.
Estos hechos nos muestran que una mayor penetración de los seguros agrícolas es y será fundamental para que el mercado agrícola mundial siga siendo resiliente. No obstante, es importante recordar que esta expansión no puede depender únicamente del mercado primario de seguros, sino que también puede estimularse mediante alianzas público-privadas e incluso de fondos de catástrofes creados por los gobiernos para ayudar a las actividades rurales ante fenómenos climáticos extremos”, aseveró.
Asimismo, agregó que todos los países necesitarán políticas de seguros bien fundamentadas y sólidas, teniendo en cuenta la normalización de estos fenómenos extremos.
Por último, recomendó implementar planes de reaseguro innovadores como los que incluyen primas individualizadas basadas en la productividad de la propiedad rural, evaluación de la concentración empresarial por regiones, rapidez en la liquidación de siniestros y contratación de seguros rurales con el otorgamiento de crédito rural.