Desde 2010, la Escuela de Negocios y Seguros (ENS) organiza el estudio sobre la participación de la mujer en el mercado asegurador. La cuarta edición mostró que siguen siendo mayoritarios, con un 54,4% de participación en las aseguradoras. En los niveles ejecutivos, sin embargo, la participación cae al 31%. El salario también es más bajo, rondando el 70% de lo que perciben los hombres en puestos similares.
Cabe mencionar que la proporción entre hombres y mujeres a cargo, que era de 4×1 en 2010, bajó a 2×1 en 2022. Esto demuestra la preocupación de las empresas por la equidad de género. Según Patricia Chacón, CEO de Liberty Seguros, “necesitamos empezar a preparar a las mujeres para llegar a puestos directivos, desde la planificación de la sucesión de los equipos que ocupan los puestos”.
“Uno de los argumentos para invertir en diversidad es que las estructuras más diversas son más rentables, además de ser un pilar de la civilización”, subraya Francisco Galiza, uno de los autores del estudio.
Dice que hace 10 años nació la primera conversación sobre la importancia de mostrar las diferencias de género en las empresas. En 2022, alrededor de 400 mujeres ejecutivas respondieron a la encuesta cualitativa. En 2012, solo participaron 70 mujeres. El Estudio se basó en las respuestas de 16 empresas, que representan el 20% del mercado y aproximadamente 20.000 empleados.
«La conclusión real de este estudio es que hubo una mejora significativa en términos de inclusión y participación de las mujeres en el mercado asegurador brasileño. Manteniendo las tasas de los últimos 10 años, el equilibrio debería ocurrir en 10 años», destaca el economista.
Maria Helena Monteiro, directora de la ENS y también coordinadora del estudio, resalta que la práctica de salarios más bajos para las mujeres es común en otros países. “Hay una ‘brecha de confianza’, porque las mujeres no actúan como los hombres”, explica.
Como argumentos a favor de esta diferencia salarial, María Helena señaló algunas razones: las mujeres son más cautelosas a la hora de solicitar puestos de trabajo; las mujeres son más modestas; se posicionan menos en reuniones predominantemente masculinas; y, las mujeres son más reacias a pedir un aumento de sueldo. “Los hombres son más atrevidos en sus carreras porque no tienen el peso de la culpa por los fracasos”, señaló María Helena.
Las sugerencias para las empresas, realizadas por los participantes de la investigación, van desde horarios flexibles, metas de promoción de la mujer con miras a alcanzar el 50/50; educación empresarial contra los prejuicios; divulgación del porcentaje de mujeres que participan en las empresas.
El Estudio también habla de las políticas impulsadas por las aseguradoras para fomentar la equidad de género. Los tres programas más comunes entre las empresas tratan sobre el acoso escolar, la ampliación de la licencia por paternidad y la flexibilidad horaria.