América Latina está bien posicionada para aumentar su relevancia geopolítica, convertirse en parte de la solución a los enormes retos globales y ser factor de mejora en los problemas que el mundo necesita resolver; sin embargo, existe el riesgo de que las ideologías y dogmas proteccionistas tomen las riendas en esta coyuntura crucial y se traduzcan en reformas equivocadas que vuelvan a poner al Estado en lugares donde el mercado privado puede y hace un mejor trabajo. El retorno al proteccionismo puede descarrilar esta gran oportunidad».
Ésta es la reflexión que expresó Mauricio Cárdenas, Global Senior Research Fellow, Columbia’s Center on Global Energy Policy, durante su participación en el World Economic Forum de Davos 2023, en el que habló acerca de Cómo América Latina puede ayudar a afrontar las crisis alimentaria, energética y climática.
De manera particular, la industria del seguro tiene una enorme oportunidad de posicionar aún más su papel como protector de los riesgos que afronta la humanidad, en todo aquello que se relaciona con los efectos del cambio climático.
En lo general, la región de América Latina puede proporcionar alimentos, energía y biodiversidad para hacer frente a las crisis combinadas del mundo, y para ello se requiere que los líderes de la región se resistan a la tentación de volver al proteccionismo y el gran gobierno, y den prioridad a la estabilidad macroeconómica, indicó el directivo de Columbia’s Center on Global Energy Policy.
Cárdenas consideró que además del riesgo de intromisión del Estado en actividades que se pueden desahogar mediante la iniciativa privada, si los gobiernos no dan prioridad a la estabilidad macroeconómica y a los costos que ello implica en términos de presupuestos más ajustados y tolerancia a tipos de interés más altos, los inversores extranjeros pueden dar media vuelta, situación que volvería a poner a la región en el asiento del paciente, en lugar de aportar los remedios que el mundo necesita urgentemente.
Hay que tomar en cuenta, señaló Cárdenas, que los fenómenos meteorológicos extremos y catastróficos derivados del cambio climático son ahora mucho más frecuentes, especialmente en los países menos preparados para afrontarlos, además de que eso lleva a la escasez de alimentos.
América Latina tiene los alimentos y la energía que el mundo necesita. Cuenta con la biodiversidad imprescindible para contener la crisis climática. Es un socio seguro y fiable que no tiene interés ni capacidad para iniciar guerras internacionales. Esto, sumado al gran número de Acuerdos de Libre Comercio con Estados Unidos, Europa y Asia, la convierten en el paradigma del friend-shoring”, resaltó.
La transición energética, así como la necesidad de reforzar la seguridad energética en Europa y otras partes del mundo, son buenos ejemplos que demuestran que América Latina es hoy más relevante que en el pasado. Es la única región que puede competir con China como fuente de los minerales críticos que requiere la transición energética, subrayó Cárdenas.
Finalmente, Cárdenas indicó que el mayor peso estratégico de América Latina no se traducirá automáticamente en una mayor prosperidad o en mejores condiciones climáticas a menos que se tomen las decisiones adecuadas. El grupo de líderes que ahora dirige los países más grandes de la región comparte una desconfianza hacia el sector privado, quiere un papel más importante para el Estado y tiene grandes ambiciones en cuanto a programas gubernamentales.
Como se avecinan tiempos difíciles en materia económica, se espera que la región crezca menos del 1 por ciento este año. Es probable que la nueva cohorte de líderes redoble sus apuestas en términos de intervención gubernamental. No habrá tiempos de moderación, ni giros hacia el centro político; por el contrario, lo más probable es que las políticas se radicalicen en un contexto económico más tenso”, concluyó.