Ante las transiciones climáticas que vivimos actualmente, es necesario revisar y evaluar riesgos, ya que en muchos países pequeños y vulnerables de El Caribe se enfrentan a la pérdida de más del 100 % de su Producto Interno Bruto (PIB), cifra que aumentará entre 10 y 15 % a 2050.
De acuerdo con Howden, grupo global asegurador, las alteraciones climáticas son cada vez más notables. Basta con detenerse un momento y observar que la temperatura del aire ha aumentado de manera general y las estaciones del año ya no parecen estar sincronizadas como en décadas anteriores.
Estas transiciones climáticas que vivimos actualmente, sin duda, están afectado a la sociedad mundial, y América Latina no es la excepción.
Es necesario medir y evaluar riesgos para proporcionar a los países vulnerables seguridad financiera frente a los desastres relacionados con el clima”, afirmó Juan Carlos Mateo, gerente de Ingeniería de Propiedad y Daños Patrimoniales de Howden.
Cifras de la reaseguradora Swiss Re, indican que solamente en el primer semestre de 2023, las pérdidas de las aseguradoras por catástrofes naturales se situaron en 50,000 millones de dólares, casi el doble del promedio anual de los últimos diez años en ese mismo periodo.
La investigación realizada por Howden y el Instituto para el Liderazgo en Sostenibilidad (CISL) de la Universidad de Cambridge, hacen un llamado a la comunidad internacional para que el reparto de riesgos se convierta en un pilar clave del mecanismo de Pérdidas y Daños (L&D) para proteger vidas, medios de subsistencia y miles de millones en activos y para fortalecer el crecimiento económico de los países más pequeños y vulnerables al clima durante los próximos años.
El entorno actual genera que el mercado internacional pueda modificar el costo del reaseguro que ofrece a las aseguradoras, lo que repercutirá en un incremento en las primas de los seguros directos, además de cambios en condiciones de las coberturas, que pueden incluir aumento en deducibles y coaseguros, que son las participaciones del Asegurado en sus pérdidas”, comentó Regina Castellanos, directora de Propiedad y Daños Patrimoniales de Howden.
Por último, Castellano señaló que el papel del seguro es ser el instrumento financiero que apoye a las empresas y a las personas para mitigar el menoscabo de su patrimonio ante cualquier situación, incluyendo las catástrofes naturales.
“En el sector asegurador tenemos la tarea de buscar soluciones alternativas y productos diferentes que permitan seguir contando con la protección financiera que ofrece el seguro, intentando que la repercusión al cliente no sea grave y, a su vez, apoyar a la concientización de la sociedad sobre el impacto que el cambio climático trae consigo; la necesidad de evaluar y prever riesgos, así como participar con acciones propias para la atenuación del mismo”, concluyó la ejecutiva de Howden.